Una de las labores más increíbles que lleva a cabo el ser humano es la de preguntarse por sus orígenes, por su procedencia, por saber de dónde viene y hacia dónde va. Y muchas claves sobre el particular nos las ofrece la arqueología, una ciencia que comenzó siendo auxiliar de la historia y que se ha convertido, por derecho propio, en una auténtica disciplina que tiene una praxis y una forma de actuación claras y concisas. Antes era mucho más complicado encontrar un profesional de los jalones, las medidas precisas y el dibujo de estructuras para llevar a cabo una excavación determinada, pero ahora todo esto es bastante sencillo gracias a la existencia de directorios de empresas que nos facilitan la tarea. Precisamente os hemos dejado enlazado uno de los que mejor funciona, del cual podéis leer más en el enlace que acompaña el texto de este artículo. Seguro que si entráis podréis encontrar un montón de empresas que hacen de la arqueología y de la búsqueda de nuestros orígenes su razón de ser. El problema, como en todos los lados, está en la incidencia que en este particular está teniendo la crisis. En efecto, aunque sabemos que es obligatorio contratar un seguimiento arqueológico cuando hacemos una obra de cualquier tipo, a veces se prefiere correr el riesgo y no hacerlo para ahorrarse el costo de este servicio. Otras veces es la propia Administración la que determina que un Parque Arqueológico o unas excavaciones en concreto van a dejar de funcionar, y entonces el problema se presenta con todas sus aristas y sus facetas. La verdad es que todo esto pone de manifiesto el mal camino que está cogiendo la cultura y sobre todo la incidencia perniciosa de la crisis en nuestra sociedad. Desdeñar los centros culturales que se crearon con dinero público porque ahora son complicados de mantener es una manera elegante de tirar por la borda un montón de euros ya invertidos, los cuales además debemos decir que están bien gastados, porque nada enaltece más la figura de una población que la de saber de dónde venimos y, sobre todo, hacia dónde vamos. Nuestro deseo es que la arqueología pueda seguir siendo una auténtica disciplina científica que permita a los que la ejercitan practicar el noble arte de conservar y estudiar, para las generaciones futuras, aquellos vestigios que aún permanecen enterrados bajo nuestro subsuelo. De lo contrario seremos más pobres, y no solamente de manera económica...
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June 2020
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